Cuando en plena pandemia del COVID 19, se publicaron las normas que desarrollaban los requisitos que debían reunir los planes de igualdad entre mujeres y hombres, a muchas empresas les cogió en un momento de máxima saturación regulatoria, debiendo hacer un sobresfuerzo para acomodar sus planes a estas últimas exigencias legales con el fin de poder registrarlos en el plazo señalado.
Este año, dentro sus cometidos, las Agentes Delegadas de Igualdad (ADIS) han visitado algunas de esas empresas que consiguieron registrar sus planes en 2021 y cuyos planes están vencidos o próximos a vencer, con el fin de recoger su experiencia y analizar el grado de cumplimiento alcanzado en la ejecución de las medidas de igualdad implantadas en sus planes.
La muestra de empresas seleccionadas se ha mostrado muy accesible a participar en este proyecto de análisis de datos y aunque es pronto, pues el proyecto aún no ha finalizado, el resultado que se está obteniendo es satisfactorio, ya que las medidas implantadas en los planes en su inmensa mayoría están siendo ejecutadas, superando el 75% del cumplimiento de los objetivos establecidos.
Entre las medidas que destacan como más positivas para el fomento de la igualdad de oportunidades, las empresas encuestadas refieren las relacionadas con la sensibilización y formación en materia de igualdad y las relativas a facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar, percibiéndose un aumento significativo en uso de licencias y permisos en esta materia por el sexo masculino, lo que presupone una mayor implicación en los cuidados familiares.
En contraposición, se observa que, en estos cuatro últimos años, la distribución por sexo de las plantillas de personal no ha sufrido una gran evolución a favor del sexo infrarrepresentado. Al respecto, las empresas entrevistadas manifiestan que, a pesar de disponer de medidas que garantizan la selección de personal sin sesgos de género, existen barreras que se escapan a la capacidad de actuación de las empresas y que son difíciles de eliminar, como es la brecha educativa y formativa en las profesiones STEM o las barreras culturales para desempeñar ciertas profesiones.
No cabe duda, que la igualdad de oportunidades aún tiene un largo recorrido para dejar de ser una aspiración y convertirse en una realidad, y por ello, las ADIS continuarán fomentando, analizando y asesorando en esta materia a las empresas con el fin de construir una sociedad más equitativa.


